Cuando tu auto habla en “humo blanco”
El humo blanco en el auto es una de esas señales que no conviene ignorar. Puede parecer inofensivo al principio, pero muchas veces es el aviso de que algo no anda bien en el motor.
En esta nota del blog te contamos qué significa, por qué aparece, cómo identificar si es grave y qué hacer si tu auto empieza a humea más de lo normal.
¿Por qué sale humo blanco por el escape?
Lo primero que hay que saber es que no todo el humo blanco por el escape es una mala noticia. Si lo notás apenas encendés el auto y desaparece a los pocos segundos, probablemente sea solo vapor de agua: algo normal cuando el motor está frío o hay humedad ambiental.
Pero si ese humo persiste, es denso o tiene olor raro, puede haber un problema más serio debajo del capó.
Causas más comunes del humo blanco en el auto
1. Fuga de líquido refrigerante
Si el humo es blanco espeso y con olor dulzón, es muy probable que haya una pérdida interna de refrigerante hacia la cámara de combustión.
Esto puede deberse a una junta de tapa de cilindros dañada o a una fisura en el block o la tapa. En ese caso, el líquido se quema junto al combustible y genera el característico vapor blanco.
2. Problemas en motores diésel
El humo blanco diésel suele aparecer cuando el combustible no se quema correctamente.
Puede deberse a inyectores sucios, bujías incandescentes defectuosas o baja compresión en los cilindros. En autos diésel, este tipo de humo puede venir acompañado de un ralentí inestable o una falta de potencia.
3. Exceso de aceite o fugas internas
Cuando hay una fuga de aceite hacia los cilindros, el humo tiende a ser grisáceo o azulado, pero muchas veces se confunde con humo blanco.
Si además notás que mi coche echa humo blanco y huele a quemado, es una clara señal de que el aceite está entrando donde no debería.
¿Y si el humo del auto no es blanco puro?
A veces, el color dice mucho sobre el estado del motor:
- Humo gris por el escape: puede indicar problemas en los retenes de válvulas o en el turbocompresor (si el auto lo tiene).
- Humo azulado: apunta a una combustión de aceite.
- Humo negro: suele ser exceso de combustible, mezcla rica o filtros sucios.
En cualquier caso, el color del humo es una pista: ignorarlo puede transformarse en una reparación mucho más costosa.
Qué hacer si tu auto humea demasiado
- No sigas circulando largas distancias.
Podés agravar el daño del motor o quedarte sin refrigerante o aceite. - Verificá los niveles.
Revisá el aceite y el líquido refrigerante con el motor frío. Si alguno está bajo o mezclado, hay que revisarlo en un taller. - Pedí asistencia antes de que sea tarde.
Si estás en la ruta o el humo es denso, lo mejor es detenerte en un lugar seguro y pedir ayuda.
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